Evalúan instalar invernaderos con paneles fotovoltaicos.

Una de las dificultades que está teniendo hoy en día la agricultura nacional es la oportunidad de obtener energía a un costo razonable, tema central que hay que tener en mente a la hora de hacer los balances de rentabilidad del negocio. Así también, año a año la frase “impacto ambiental” se ha vuelto protagonista a la hora de implementar nuevas tecnología a los cultivos, razón por la cual optar a fuentes alternativas para generar energía es una realidad que se vuelve cada vez más cercana. En este contexto el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi se encuentra realizando los primeros análisis de viabilidad para incorporar tecnología de punta para generar energía limpia en sus Campos Experimentales distribuidos en la región de Coquimbo. Una de las alternativas a evaluar es la implementación de invernaderos con paneles fotovoltaicos, los cuales generarían energía para utilizarla en las labores del predio como bombear agua, profundizar pozos, realizar riego tecnificado y realizar labores de post-cosecha, entre otras. Antonio Ros, Director regional para Chile de la empresa española Grenergy, explica que si el productor interesado dispone de 3 hectáreas como unidad mínima para instalar los invernaderos, la empresa ofrece un costo cero de implementación para el agricultor, con el compromiso de que los excedentes energéticos sean incorporados a las redes de distribución de energía del país. Los paneles fotovoltaicos dispuestos sobre el tejado de los invernaderos puede llegar a generar 1.2 Megavatios de potencia, cantidad capaz de alimentar 1.500 viviendas de consumo moderado. Los requisito para la instalación, explica Ros, es que existan “líneas de distribución que pasen cerca de sus terrenos; la disponibilidad de firmar un contrato a 20 años, ya que esto es como una especie de trueque: nosotros le construimos el invernadero y ellos nos ofrecen el suelo del invernadero; que las condiciones climática sean favorables de irradiación solar, y las intenciones de permanecer con nosotros un periodo largo de tiempo. La idea es que la energía generada sea para autoconsumo del mismo agricultor y los excedentes venderlos a la red de distribución”. Al respecto, el Director Regional de INIA Intihuasi, Francisco Meza sostuvo que “no solamente hay que contemplar el uso de la energía alternativa sino saber qué impacto tiene ese uso en el mismo sistema productivo que el agricultor común y corriente pueda tener”.